Te sigo
notando distante a mi vida
en las
sonrisas, en la calma
en los
latidos mudos de mi corazon.
Te sigo
notando distante a las palabras
desmorona y
marchitan los anhelos
los que
serán dispersos al olvido.
Un día te
adueñaste de la piel
en el
desconsuelo te alejas
me siento
tan débil
No quiero
ser las lágrimas
vertidas por
la ausencia
No quiero
enlazar las palabras
víctima de
la vida.
Te digo
adiós triste melancolía
abatida del
destino en la quietud
para que
canten nuevamente los versos
como
estocada en los silencios
son estañas
pero vienen de lejos
apartando lo
elocuente de nuestra historia
volverán la
tibieza de esos días
para volver
a creer.
No intentes
detenerme…
ya no queda
nada en el alma
tu mirada
que derretía mis suspiros.
No quiero
ser las lágrimas
vertidas por
la ausencia
No quiero
enlazar las palabras
víctima de
la vida.
Enséñame que
no es verdad
quiero
aprender de nuevo amarte
donde éramos
solo uno
en esta
historia de amor.
Si tan solo
me miraras para detenerme
si tan solo
me miraras como antes
yo detendría
mi rumbo
con esa
magia que nos cubría
Voy a dejar
que pase el tiempo
quedando
caricias gravadas para no olvidar.
Creí en este
amor que tú me dibujabas
artesano del
amor libre en el tiempo
donde dos
seres eran eternos
para no
tener miedo al olvido
pausando destino
te buscare quizás.
Te asustan
mis ganas de luchar
algún día
entenderás que no se juega
con el
corazon, ni con el amor.
Solo quedará
ese recuerdo de que un día
llegaste a
mi vida y pude ser feliz por un tiempo
quedarás en
un ayer, incierto y oscuro
un lugar
donde no regresare jamás.
Destello de
luz fulgente del mundo
amarte en
silencio, serena y lenta
congela los
momentos en un tiempo
quedando en
el cuerpo frío
y en el alma
miedo y soledad
solo queda
decir!...
qué triste
que no sepas amar.
Autora: Alejandra Martinez
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De Autor Reservado