Abecés la vida te hace ver cosas
como estas para sentir el dolor
están ahí no muy lejos de ti.
Era un niño triste que vi
cuando regresaba a mi hogar viajaba
en un colectivo y al mirar por la ventanilla.
Ahí estaba, sentado en el suelo
abrazado por la noche oscura
bajo el rocío que lo cobijaba.
En sus brazos tenía a su hermanito dormido
nadie lo veía, nadie lo sentía...
y se perdía en la soledad absoluta.
Su carita triste frente a la adversidad
de una vida que lo golpeaba días a día
como un fuego grande que lo consumía
por el dolor que llevaba dentro.
Cuanto dolor había en su rostro…
en su piel reseca y en sus ojitos llorosos
ya no quiere sufrir más, pero nadie lo veía nadie lo sentía
no tiene explicación ni perdón tanta injusticia.
Cuando al tiempo desvaneció, ah aquella brisa añoranza
serán los consuelos las que quedaron pausadas
en sus pies descalzos y su voz muda
en un mundo sin oportunidad, cercan las penumbras.
Con que soñaría ese niño?...
si solo su destino vagaba en las calles...
aquel niño triste, que nunca tuvo reyes
que soñaba despierto como alcanzar la felicidad.
Ese niño de carita triste con alma destrozada
el no pidió esa vida, pero sueña,
sueña como tener otra vida, como tener un hogar
sentir una simple caricia y que alguien le diga te quiero!....
Y se pregunta que podrá cambiar de la sociedad
que amalgaman los sentimientos más nobles
con sus ojitos húmedos pide perdón!...
Y quiere ser libre y quiere estudiar
pero nadie lo veía!...
andan descalzo por terrenos irregulares
no saben lo que significa una familia
ni sentir amor con una caricia.
Solo saben sentir frio
dormir en las cantarillas
vagar sedientos y hambrientos
por un mundo en el abandono.
Donde se sienten los gritos desesperados
de ese corazón maltratado que late todavía
marginaron con crueldad al darle la espalda
pero el seguirá luchando hasta crecer y cumplir lo que añora.
Muchos piensan que están acostumbrados
a esa vida; pues yo les digo que no es así.
Porque aquel niño con mirada triste
nadie lo veía, nadie lo sentía...
pero míralo!.. Que te está pidiendo piedad!...
Lamentablemente es una realidad
que existe y que duele.
Yo no quiero ese destino para ellos...
Y tú?...
Autora:
Alejandra Martinez
@ Todo Derecho De
Autor Reservado
