En El Silencio

Vuelven las mañanitas tristes

frente a la libertad

de repente en la penumbra de los días

se escucha el trineo de las aves 

que resuenan en la galería del barco.

Como desvistiendo los tiempos 

y encontrándome de nuevo

sola con la inmensidad del mar 

van como susurrando los alivios

en el sosiego  de este corazon.

Hoy te pido padre que le des  

la calma a mi espíritu

Porque en la soledad rigen los días

y en los silencios como el espejo

deja ver a través de un monte gris.

Vuelven las mañanitas tristes

donde se puede esperar

lo que no es visible

y por mucho que vuelen

con las alas del viento,

perdonan un olvido

Y se niega a creer en el llanto.

Pero sigue conjugando versos

de amor, con las palabras

que acompañan un soneto de alegría,

para apagar los malos recuerdos.

Que dejan volar hojas secas

como perdonando al destino

se hacían carne en la piel
como suspiros se mezclan en la briza
inciertos solo para respetar las lagrimas
cuantas cosas se pierden por miedo?...
dependencia se arriesgó a perder.

Respetando el cielo 
armando y desarmando

pieza por pieza  de un rompecabezas

deseando embolsar el viento

en un futuro las riberas obscuras

florecía una vida 
que de tan pura, es frágil

donde irán desnudando los atajos

como un cascabel sonaran

aliviando las heridas

lucha ante todo, 
no bajes jamás tus ideales 

y veras que esas mañanitas tristes 
no regresaran.

Alejandra Martinez

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