Huellas Del Silencio

Como no estar triste si el destino insiste
en separarnos de la vida
en la quietud que me mueve
me arrastra al silencio de los vientos
como hoja seca, una mañana gris
quien pregunta ¿Quién eres?
Y me busca en la añoranza
de los suspiros, en el fondo de un ayer
sin tener quietud a la verdad
persigue la vida que se fundió
en una flor marchita.
Observando se aleja, 
dejando escapar una lágrima
en los fragmentos, de un ayer
y así comienzan los días amándonos
en el silencio donde habla, la soledad
que nos divide, arrastrando las heridas
ni nos permite mirar atrás
y sólo veo el paisaje escarpado de todos los días
en la valentía que se posa, al presente.
Trayendo los recuerdos viejos a mi mente
donde el cielo, es de preciosa porcelana,
desnudando el pasado en la ironía
donde creí descansar las heridas
entre lágrimas , por la nostalgia
demorando un tiempo en habituarse
retumbando en mi iris una triste letanía.
Te refugias en este despertar
paso en sombra y me desborda
el oro de tu querer que fue un día.
Tal vez buscaremos las razones
las que no se desvaneció ante nada
en esta historia, que alumbró como cristales
luce la luna sobre el ventanal entre penumbras
aturde la fatiga de la añoranza
en la intensidad de un nuevo despertar.
Retumba en mi iris una triste letanía,
ya que tu mundo quedó grabado en mi
aturde la fatiga de mi agonía
hostil, como un capricho
en la distancia de cada verso
y en la calidez de cada sueño.
Que por momentos se desvanece
y se mueve hasta las profundidades
de lo que por un tiempo surgió.
Que un día se quedó sin alma
porque cada despertar siento
que te llevas un pedacito de mi corazon
donde me pregunto…
podrá el viento ser la palabra…
calcinada de nuestra vida
en un destino, que se quedo
entre suspiros perdidos
en la eternidad del alma.

Autora: Alejandra Martinez
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